Piezas elegibles: Diálogo


II Jornada escolar de literatura y perfomance  TASIS Dorado-2017

Categoría: Diálogo

Pieza: “La máquina de abrazar” (fragmento)

Autor: José Sanchis Sinisterra


MIRIAM- (Aún perpleja, al público)  Buenas noches, La organización del Congreso acaba de comunicarme (mostrando el papel)  y por escrito… que mi ponencia ha convocado hoy aquí a un público… diferente al previsto y, al parecer bastante heterogéneo. Sé que en algunos sectores de la especialidad se me considera un tanto extraña, el doctor Kremer, por ejemplo, en su reseña de mi primer artículo me tachaba de “lunática”…  Estas circunstancias aconsejan no leer mi exposición,  pero es indispensable  que mencione a Iris de Silva.  Iris es quizás la causa de esta… inusual audiencia…

 

(Entra IRIS con aire resuelto. Se detiene junto a su mesa. Mira al público y luego a MIRIAM)

 

MIRIAM- Hola, Iris.  Buenas noches.

 

IRIS- Sí

 

MIRIAM- ¿Estás tranquila?  ¿Quieres que empecemos ya?

 

IRIS- ¿Estás tranquila?  ¿Quieres que empecemos ya? Sí.  Estoy, estoy  tranquila. Quiero que empecemos ya.

 

MIRIAM- Todas estas personas han venido a verte.  Les interesas, quieren saber de ti.

 

IRIS- Sí. Hombres y mujeres. Toda esta gente. Han venido. Han venido.

 

MIRIAM- No son quienes  pensábamos, ¿sabes?  Puede que entre ellos haya alguno de los tuyos: biólogos, botánicos, no sé… Pero no importa. ¿Quieres sentarte?

 

IRIS- ¿Cómo?  … Si estoy aquí esta noche con ustedes es  porque he podido realizar un largo viaje.  Toda mi vida ha sido un largo viaje: un largo viaje desde…

 

MIRIAM- Iris, espera…

 

IRIS- … hacia la gente, desde la luz hasta la oscuridad.  No, desde la  oscuridad hacia….  Desde el silencio hacia la palabra, desde la soledad…

 

MIRIAM- Me gusta, me gusta eso que dices. ¿Era el principio… es el  principio de tu…

 

IRIS- (se sienta bruscamente)

 

MIRIAM- (se  alarma) ¿Estás bien? No hay motivos para…

 

IRIS – (mira  a la planta)

 

MIRIAM- Por razones que ustedes podrán comprender, IRIS pidió estar acompañada por… una de sus plantas favoritas, la Radermachera petandra, a  quien cariñosamente llama “Frida”.

 

IRIS- Tiene vergüenza.

 

MIRIAM- En todo caso, me gustaría explicar el camino de su recuperación, de su notable recuperación, el principio de su metamorfosis.

 

IRIS- (levanta  la mano derecha, abre los dedos y los curva rígidamente)

 

MIRIAM-Sí a eso iba. Uno de los síntomas más extraños de la pequeña autista consistía en poner  la mano así, como una garra, durante horas sin pestañear, con asombro y pánico.

 

IRIS- (alerta) Sebastián

 

MIRIAM- ¿Qué? Sí, el doctor Sebastián Arce me transmitió el vocabulario básico de…

 

IRIS- (afligida). Sebastián…. Sebastián, Sebastián.

 

MIRIAM- (Estalla) ¡Iris, por favor! ¡Sabes que no es verdad! ¡Tú no tuviste ninguna culpa!    Perdona, lo siento, yo…  Ustedes disculpen.

 

IRIS- (replegada sobre sí misma, ensimismada)

 

MIRIAM- Iris, al final de su adolescencia, experimentó una transferencia muy intensa hacia el doctor Arce… que también fue mi  maestro y… (Brusca transición). Pero eso nos desvía del tema principal, que es, como les estaba diciendo, su identificación con el  mundo vegetal (desconcertada, no sabe cómo seguir, hojea sus papeles.  Le dice a  IRIS en susurro) Emaduya, rop rovaf… Et odip  nodrep, ¿sev? … Nodrep, siri.

 

IRIS- (Volviéndose a mirarla) On yotse adadafne… Orep mua em eleud…

 

MIRIAM- Es euq eleud, ore pon se dadrev.

 

IRIS- Atse neib. Somavlov la opmeit.  (Apropiándose de las maneras y desenvoltura habitual de MIRIAM,  reinicia su intervención).  Toda mi vida ha sido eso: un largo viaje. Silencio, soledad, sombra.  Hablo de luz real, no de símbolo, no metáfora.  Por favor, luz real. Por eso el temblor, por el hambre de  luz.  Sebastián lo comprendió, pero fue Miriam quien me dijo por qué. (Pausa) Fotosíntesis.

 


II Jornada escolar de literatura y performance 

TASIS Dorado-2017

 

Categoría: Diálogo

 

Pieza: La noche (fragmento)

Autor: Abilio Estévez

 

Se escucha la campanilla de un leproso. Entran con aspecto fatigado, La Ciega y El Adolescente. Él a medio vestir, lleva la campanilla al cuello; ella va muy arropada. Portan cayados.

 

 

LA CIEGA: ¿Te parece buen paraje para pasar la noche?

 

EL ADOLESCENTE: No. Lo mejor es un techo y una cama. Ahora me acuerdo del jardín.

 

LA CIEGA: ¿Nunca llegaremos? Hace frío.

 

EL ADOLESCENTE: Tengo calor.

 

LA CIEGA: Te encanta contradecirme.

 

EL ADOLESCENTE: Veo un resplandor, si no es fuego, es la ciudad.

 

LA CIEGA: Imposible.

 

EL ADOLESCENTE: ¿Alguna vez intentaste ir?

 

LA CIEGA: Tengo mala memoria para los malos recuerdos.

 

EL ADOLESCENTE: ¿Te ayudo?

 

LA CIEGA: Gracias. Sé cómo dominar el camino.

 

Tienden mantas en el suelo. Se sienta ella; él se acuesta.

 

LA CIEGA: (Suspirando) ¡Larga noche!

 

EL ADOLESCENTE: Hace años que no amanece.

 

LA CIEGA: Si esta fuera la noche de la llegada, yo sería la mujer más feliz.

 

EL ADOLESCENTE: No te inquietes. Llegaremos en el momento de llegar. Ni antes ni despees.

 

LA CIEGA: ¡La ciudad! Dicen que no se parece a ninguna otra.

 

EL ADOLESCENTE: ¿Conociste a alguien que la haya visto?

 

LA CIEGA: Mi padre. Fue una vez. Luego lloró toda la vida por ella. Hasta después de muerto le corrían las lagrimas por las mejillas. ¡Que vengan a decirme que los muertos no sienten nostalgia! (Transición) Se me cierran los párpados.

 

EL ADOLESCENTE: No tengo sueño.

 

LA CIEGA: (Durmiéndose) Te encanta contradecirme.

 
 
 


 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario